miércoles, 25 de agosto de 2010

*Este artículo es mi "Reflexión del Éxito" del boletín mensual "Alcanzando el Éxito #27" publicado en Agosto, 2010 (haz click sobre el link para leer el boletín completo y suscribirte a el) en el sitio: www.exito-motivacion-y-superacionpersonal.com. Espero que lo disfruten.

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En la escuela aprendí que no debemos juzgar a un libro solo por su portada. Esto quiere decir que muchas veces la imagen que algo o alguien nos presenta a veces no tiene que ver con la realidad.

Percibimos el mundo a través de nuestros sentidos y muchas veces el primer contacto es a través de nuestra vista debido a que no tenemos la oportunidad de interactuar para poder usar nuestros otros sentidos para validar o rechazar nuestra primera impresión visual. Por lo tanto, siempre tendemos a sentirnos atraídos por aquello que es bello, agradable, estético, armonioso, colorido (características visuales) que por lo feo.

Cuantas veces hemos caminado por la calle y visto a un hombre guapo o una mujer bella e inmediatamente en nuestra menta nos imaginamos tomando paseos por la playa tomados de la mano, o de ir en excursiones familiares con "nuestros" hijos – le damos rienda suelta a nuestra mente a crear un mundo de fantasía, aunque fuese por solo unos segundos.

En ese instante jamás consideramos la posibilidad de que "nuestra" pareja perfecta sea malhumorada, agresiva, floja, desordenada, grosera etc. De eso solo nos daremos cuenta si llegamos a tener la oportunidad de convivir con el/ella (lo cual casi siempre, no sucede). Mientras tanto seguimos entreteniendo en nuestra mente una percepción falsa y errónea de esta persona y como no nos afecta, no pasa nada que la sigamos teniendo.

Malo cuando no distinguimos esta diferencia de esa fantasía con la vida real; como cuando un cliente que va a ver mujeres bailar cree que la chica que se le estuvo acercando durante la noche se esta "enamorando" de el – de lo único que se ha enamorado ella, es de su cartera.

Esto se lo platico porque tengo un amigo quien es Asesor Financiero y por ver más allá de los estereotipos, los prejuicios y de las primeras impresiones; probablemente se le abran nuevas vetas de negocios que siempre han estad allí, pero que no había visto.

Fuimos al centro de la Cd. de México la semana pasada a comprar un accesorio para la computadora. Tuvimos hambre y nos detuvimos en una taquería muy concurrida. Y como estábamos hablando de finanzas hicimos un "juego mental" al tratar de predecir cuanto dinero generaraba este negocio al día tomando en cuenta el tamaño de los tacos, el numero de clientes, el precio del taco y refresco, etc. Nosotros nos asombramos cuando de acuerdo a nuestros cálculos burdos este negocio estaría generando más de 1 millón de pesos ($100,000 USD) al mes.

Como en las caricaturas, en sus ojos aparecieron símbolos de dólares.

Esta oportunidad se presentó porque fue capaz de ver más allá de la imagen inicial – quien pensaría que este dueño probablemente tiene más dinero que muchos directores de empresas transnacionales.

Al no juzgar, pudimos ver una situación cotidiana de una manera distinta y en ella una probable oportunidad disfrazada. Si hubiéra juzgado a los taqueros como gente de clase obrera (recursos limitados y educación básica, etc.) y solo se enfocaba en conseguir clientes de las empresas internacionales en las zonas "ricas" de la ciudad estaría compitiendo con todos los demás asesores con una perspectiva limitada.

Lo único que tenemos que hacer es aceptar que las primeras impresiones, aunque son muy poderosas muchas veces no nos dan un panorama claro de la situación y por lo tanto juzgar algo basado en esa impresión sería irresponsable de nuestra parte.

No importa si al explorar la cosa, persona o situación más a fondo nos damos cuenta de que la primera impresión fue acertada y nos gusta o no – lo importante es que nos dimos la oportunidad de conocer más y no emitir un juicio apresurado (leer abajo "Juzgar es un acto absurdo").

No juzgues a un libro solo por su portada; quizás la portada de aquel libro, disco o película se vea totalmente "aburrida" sea algo excelente. O aquel chico o chica al cual no voltearías otra vez a verlos si los vieras en la calle sea el amor de tu vida. O aquel comerciante que aparentemente no genera muchos ingresos, sea un hombre inmensamente rico.

Rasca la superficie de la vida y descubrirás cosas que no se alcanzan a ver solo con tus ojos y que van en contra de aquella primera impresión agradable – pero que son igual o hasta más maravillosas.

Recuerda, que el 95% de un témpano de hielo se encuentra debajo de la superficie.

Les deseo el mayor de los exitos.