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"Alto Rendimiento" es un termino que se utiliza para describir aquellas personas (o incluso maquinas u objetos) que "funcionan" a un nivel muy superior a los demás; refiriéndose no a la calidad y cantidad de su "trabajo".
Este muy pequeño grupo de personas en nuestra sociedad son los "elite" el "Top 1%", los sobresalientes, los mejores, los que representan el estándar de excelencia contra el cual los demás se puedan comparar y los que reciben las mayores recompensas económicas y muestras de respeto y admiración.
Aunque este término normalmente se asocia con el deporte, se puede asociar con cualquier profesión u oficio – siempre podrás encontrar a los "mejores" y entre ese pequeño grupo siempre existe "el mejor de los mejores".
Con solo calificar a los Juegos Olímpicos en cualquier disciplina deportiva, el atleta ya forma parte de aquella "hermandad" que comprende a los 20 – 30 mejores atletas del mundo (wow!! – considerando que pudiera existir millones de personas que practican ese deporte); pero a ese grupo podrás volver a agruparlos en los "Top 10" o en los "Top 5" (doble wow!!) y siempre existirá "el mejor de todos" quien se llevará la medalla de oro (triple wow!!).
Pero el camino para alcanzar esos niveles de excelencia con el que la mayoría de nosotros solo soñamos llegar no es nada fácil! – es por eso que solo llegan muy, muy pocos.
Por supuesto que se requiere talento natural o cualidades y características sobresalientes naturales e inherentes para alcanzar esos niveles. Albert Einstein no pudo haber desarrollado la Teoría de la Relatividad si no tuviera talento natural para las matemáticas. Michael Jordan no pudo haber sido el mejor jugador de basquetbol si no hubiera tenido un alto porcentaje de fibras musculares rojas que le permitían saltar tan alto. Picaso, Van Gough, Monet y los otros grandes artistas no hubieran sido considerados entre los mejores pintores si no tuvieran la sensibilidad aguda para expresar con delicadeza lo que veían y sentían a través de sus pinturas.
Sin embargo, el talento por si mismo solo los hubiera llevado hasta cierto nivel (quizás cerca del nivel que alcanzaron, pero aún así les hubiera faltado). Lo que se requiere para descubrir, desarrollar y perfeccionar ese don, ese talento o "regalo de Dios" es mucho, mucho, mucho, mucho, mucho, trabajo, disciplina, dedicación, compromiso y sobre todo, pasión por lo que haces.
Pero cuando tienes ese nivel de talento, la pasión y el entusiasmo llegan solos ya que disfrutas tanto tu actividad que no consideras las horas, los días y años de preparación como un sacrificio, sino como un gran oportunidad de hacer aquello que podría incluso considerarse como tu propósito o misión en la vida.
Estudios sociales y anécdotas de los "elite" han manifestado que la suma de horas dedicadas a perfeccionar sus habilidades y cultivar su talento asciende a aprx. 10,000 horas – sin contar las horas requeridas para mantenerse en ese nivel alcanzado. Esta cantidad equivale a aprx. 5 – 6 años practicando/estudiando 6 horas diarias. Como pueden ver, el éxito no llega de la noche a la mañana, sino llega después de muchas, muchas, muchas, mañanas.
Una vez leí un parte de la biografía del corredor de 200mt y 400mt, Michael Johnson que cuando entró a la universidad ya era uno de los mejores corredores del país en esas distancias. En su primera carrera universitaria marcó 20:41 (200mt) rompiendo el récord institucional – pasaron 11 años para que en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 destrozó el récord mundial anterior por 0:34 (una enorme ventaja!) al detener el reloj en 19:32.
¿Se han dado cuenta de lo increíble de este ejemplo? Pasaron muchos años de disciplina, coraje, sacrificio, lesiones, viajes, cuidados minuciosos de su salud, etc. para bajar su tiempo tan solo 1:09 segundos! desde sus inicios universitarios. Sin embargo, nunca se dio por vencido, nunca se apagó su pasión, nunca dudó de alcanzar su meta, nunca sucumbió ante tentaciones de darse por vencido ni se dejó doblegar por los sacrificios requeridos – todo eso, solo para correr la distancia de 200 mt. 1:09 segundos más rápido.
¿Valió la pena? (no dejen de ver el video abajo!)
Pero, con ese logro, obtuvo fama, reconocimiento, mucho dinero, respeto y la admiración de millones de personas al ser considerado uno de los mejores velocistas de toda la historia – hoy, su récord de 200 mt. sigue vigente y sigue siendo el único atleta en lograr una medalla de oro en 200 y 400mt en los mismo Juegos Olímpicos.
Por lo tanto, lo único que nos impide llegar a formar parte de la "elite" en la área de nuestra elección es nuestra actitud y pensamientos limitantes, impuestas por nosotros mismos – solo nosotros decidimos lo que podemos o no podemos lograr. Los "grandes" no dudan, y es por eso que son grandes.
¿Y tu de que tamaño eres?
Somos mucho más grandes de lo que nos imaginamos – lo más difíl es que nosotros mismo lo creemos (aunque otros sí lo vean en nosotros).
Asumamos el reto y verán que tengo razón – yo también debo recordar esta lección cuando siento que las cosas son demasiado difíciles o complicadas y yo, al igual que ustedes busco más y mejores cosas para mi vida.
Les deseo el mayor de los exitos.
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