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Las lecciones de vida nos pueden llega en cualquier momento y de cualquier persona, solo debemos tener la sensibilidad para reconocer la lección, la sensatez de aprender de ella y el coraje de aplicar esa enseñanza a nuestra vida.
Mi mas reciente lección me la dio una alumna de 12 años de edad. Dos veces al año, mis alumnos tienen que realizar una serie de pruebas físicas. Si alcanzan determinado nivel en estas, son acreedores a un premio que se les entrega en la ceremonia de fin de año ante sus compañeros, maestros y padres.
Yo siempre les he exigido mucho a mis alumnos durante estas pruebas porque algunos tienen la costumbre de no esforzarse a pesar de que tienen la capacidad para hacerlo.
Durante la prueba de la milla, las niñas de esta edad deben correr 1,600m en menos de 11 minutos. Desde la segunda vuelta a la pista, esta niña al pasar por la meta se quejaba del cansancio y me pidió que la dejaba parar porque "no podía más". A la tercera vuelta seguía quejándose pero ahora con lagrimas en los ojos y sus quejas y suplicas más intensas – pero siguió al decirle que lo podía lograr. Al faltarle una vuelta, podía escucharla desde 50m atrás y también ver sus lagrimas. Estaba tentado de permitirle detenerse, pero yo conocía a esta niña y estaba 100% seguro que lo podía lograr, pero no lo hice. Le di unas ultimas palabras de aliento diciéndole que solo le faltaba una vuelta y que su esfuerzo valdría la pena al final. Al faltar 70m para terminar y a pesar de su sufrimiento, encontró fuerza interna para acelerar más y terminar no solo con lagrimas en sus ojos, sino con un tiempo de 10.48 (había logrado el premio por 12 segundos).
Durante el recorrido nunca se detuvo para caminar (como lo hacen muchos alumnos que no tienen el coraje para seguir), ni siquiera por un instante (si lo hubiera hecho, hubiera perdido más de 12 segundos y su esfuerzo hubiera sido en vano). Al terminar y después de haber recuperado su aliento, con una sonrisa y su cara manchada me dijo con un tono de voz que denotaba inmenso orgullo y satisfacción que "nunca había corrido tan rápido y nunca me había ganado el premio".
nunca te rindas, winston churchill
Yo por dentro también me sentía orgulloso de su gran esfuerzo, pero también de mi habilidad de poder motivar a esta niña a lograr algo que recordará por muchos, muchos años y que tendrá un impacto positivo en su vida.
Todos somos capaces de lograr mucho más de lo que creemos capaces y solo basta de mostrar determinación y persistencia para alcanzar nuestra meta. Si a pesar del dolor y sufrimiento crees firmemente que lo lograrás y estas dispuesto "hacer lo que sea necesario" y no te rindes, te sorprenderás de lo que eres capaz de lograr.
"Nunca, nunca, nunca te rindas" – "Cuando sientes que estés pasando por el infierno, sigue adelante". Winston Churchill
Te deseo el mayor de los éxitos.
Anthony W. Cooper
Creador y Admin. de www.E-M-SP.com
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