miércoles, 26 de mayo de 2010

Recuerdos De Mi Niñez

*Este artículo es mi "Reflexión del Éxito" del boletín mensual "Alcanzando el Éxito #21" publicado en Febrero, 2010 (haz click sobre el link para leer el boletín completo y suscribirte a el) en el sitio: www.exito-motivacion-y-superacionpersonal.com. Espero que lo disfruten.

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Desde noviembre del año pasado he tenido esta idea en mi cabeza para compartirla con ustedes. Trata de los recuerdos de mi niñez.

En noviembre tuve la oporunidad de acompañar a dos ciclistas mexicanas a un evento internacional a Melbourne, Australia. Cuando la Federación Mexicana de Ciclismo me propuso para el viaje, estuve muy emocionado ya que viví 12 años en esa ciudad durante mi niñez y desde que regresé a México hace 19 años, no he tenido la oportunidad de regresar.

No solo el evento estuvo increíble ya que fue una Copa del Mundo de Ciclismo de Pista en donde los mejores ciclistas del mundo se reúnen, sino la experiencia de regresar a mi "otra casa".

Desde el momento que me bajé del avión me invadió una sensación de Deja Vu. Una sensación de familiaridad con todo lo que oía, veía, olía y tocaba que es imposible describir. Por un lado sentía nervios y emoción de estar ahí y a la vez sentía una sensación de paz y comodidad.

Lo primero que comí fue un delicioso Pay de Carne, la comida típica de Australia (como el taco en México). El mismo día comí una hamburguesa "con todo" (mejores que las de McDonalds), pastelitos de papa, dim sims hervidos y fritos y un souvolaki para cenar (y eso fue solo durante el primer día) – solo escribirlos vuelve a poner a mi boca a salivar (se los juro, tal como los perros de Pavlov). Y cuando entraba a los tiendas, especialmente las de comida me encontraba reconociendo marcas de dulces, papas, refrescos, leche, desodorantes, chicles, detergentes, aceites, etc.

Una tarde me emocioné cuando vi a un joven usando una camisa de una marca reconocida, similar a la que yo también tuve de adolescente.

Las frases, modismos y hasta el acento de los australianos me hacían sonreír ya que de nuevo me inundaban recuerdos de haberlo escuchado hace casi 20 años.

Mis recuerdos que regresaban de las esquinas más lejanas de mi mente incluían cosas triviales pero características de Australia, de mi ciudad Melbourne hasta de mi propia colonia, Kew. Recordé el diseño de las banquetas, de los buzones de las casas, fachadas de algunas tiendas de mi colonia que siguen ahí, el sonido de los tranvías, la ubicación de mi pastelería favorita y de las calles que recorría en mi bicicleta en camino a mi escuela primaria y secundaria-preparatoria, las cuales también visité.

¿Y que tiene que ver estos recuerdos con la superación personal?

En los últimos 19 años no he vuelto a requerir de las imágenes mentales y recuerdos de buzones, banquetas, refrescos, chocolates, ropa, lugares etc., que formaron parte de mi vida durante tanto tiempo. Sin embargo esto no significa que estos recuerdos se hayan perdido, simplemente se guardaron en un lugar de mi mente en donde no iban a estorbar, porque aquí en México, no los requería. Solo necesitaba volver a activarlos a través de gatillos sensoriales para que regresaran a mi consciencia y los pudiera disfrutar de nuevo.

Desde antes de que nacimos, la grabadora en nuestra mente se activa y no se apaga hasta el día en que nos morimos. En esta grabadora se registra absolutamente todo lo que entra por nuestros sentidos. Pero solo percibimos de manera consciente una pequeña fracción de esa información sensorial ya que los filtros de nuestra mente actúan para impedir que una avalancha de estímulos nos inunde. Pero solo le hacemos caso a lo que es importante para nosotros en ese momento consciente o inconscientemente.

¿No me creen? Recuerdan cuando compraron su auto y estaban emocionados manejándolo. Recuerdan que comenzaron a notar otros carros iguales, especialmente los que eran del mismo color y se decían a si mismo, "ahí va otro, igual al mío". Esos carros siempre habían circulado por las calles, pero no eran importantes para ti, y por eso, no los notabas. Una vez que lo fueron, los comenzaste a notar y con el tiempo la emoción del auto nuevo desvaneció, y los carros similares, también.

He leído muchos expertos decir que uno de los primeros pasos al fijar metas es entrar en un estado mental positivo en donde estés motivado para esforzarte lo necesario para lograr tu cometido. Esto se hace escribiendo una lista de tus logros más importantes en tu vida. No importa si son grandes o chicos, o si sucedieron hace mucho o poco tiempo. Lo único que importa es que fueron significativos para ti.

El río Yarra que atraviesa la bella ciudad de Melbourne
Al volver a recordar estos momentos de éxito y de triunfo, estas asociando tus futuras metas con logros pasado y al hacer esta conexión volverás a experimentar sensaciones y actitudes de determinación, triunfo, perseverancia, hambre, goce etc. Todas esas emociones, las vas a volver a requerir si pretendes tener éxito con lo que te has propuesto.

Si estas pasando por momentos difíciles solo tienes que recordar momentos felices y verás como, casi de manera inmediata, tu estado de ánimo cambia. Pero cuidado, lo mismo ocurre en el sentido opuesto. Si estas feliz y comienzas a pensar en cosas negativas, te sentirás triste, deprimido y enojado.

Cada vez que me siento triste solo tengo que ver fotos de Victoria vestida del "ratón vaquero" o jugar con la manguera o chupar un limón o ver a Verónica en mi primer cumpleaños juntos, o recién comprometidos en Vancouver o en el día de nuestra boda para que mi estado de animo cambie.

Y es así como funciona la "Ley de Atracción". Enfócate en cosas positivas, verás todo lo bueno en la vida y cosas buenas te sucederán. Es así de sencillo, sin embargo no es fácil hacerlo. No lo es, porque encontramos consuelo en nuestro propio sufrimiento ya que así no tenemos que enfrentar nuestra situación y aceptar nuestros errores.

Mi viaje a Australia me volvió a recordar la importancia de los recuerdos pasados. Tus logros, sueños, anhelos, triunfos y también tus fracasos por muy lejanos que parezcan siguen ahí en tu mente. No dejes que tus recuerdos positivos acumulen polvo y telarañas en tu mente. Vuelve a sacarlos a la luz y usa su energía para proyectarte a lo que ahora quieres.

Si tienes la oportunidad, haz un viaje a los lugares de tu niñez, y verás de lo que hablo. Haz una lista de tus logros y vuelve a revivir esos momentos en tu mente.

No desprecies tus recuerdos, son parte de ti. Luego podrás encontrar una extraña emoción al recordar los buzones de tu colonia.

Les deseo el mayor de los exitos.


Anthony W. Cooper
Creador y Admin. de www.E-M-SP.com

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